Mi madre ha sido diabética durante los últimos 30 años. Ella constantemente sufría de dolor en el pie.

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Mientras visitaba la Ciudad de México, tuvo que ser hospitalizada debido a los altos niveles de azúcar en la sangre que oscilaban entre 400 y 500. Luego, su médico le recetó inyecciones de insulina autoadministradas tres veces al día.  Había estado tomando metformina diariamente durante muchos años.

 

Viajó a la ciudad de Nueva York y siguió las indicaciones de su médico de inyectarse la insulina tres veces al día; el dolor de sus pies era continuo.

 

Me comuniqué con el Dr. José HP  para buscar otra opción al sufrimiento de mi madre y posiblemente mejorar muchos otros problemas. Además de su alto nivel de azúcar en sangre, su estado depresivo era tan constante como sus altos niveles de azúcar en sangre y el dolor de pies. 

 

El Dr. José realizó una evaluación de distancia cuántica para encontrar las posibles causas de sus problemas de salud. Mencionó que mi madre sufría de diabetes mellitus II   que ya sabíamos, además agregó que su función renal estaba comprometida y le causaba dolor y miedo en los pies._cc781905-5cde-3194-bb3b- 136malo5cf58d_

 

A través de la evaluación determinó las gotas homeopáticas que iban a ayudar a mi madre con sus problemas además de la terapia energética a distancia. 

 

Mi madre viajó de regreso a México y comenzó a tomar las gotas indicadas, en menos de una semana de haber iniciado su tratamiento, su nivel de azúcar en la sangre se normalizó, su nivel de energía era evidente.

 

El dolor de sus pies desapareció, la inflamación de sus dedos también comenzó a desaparecer. Su progreso fue sorprendente para toda nuestra familia. Su depresión y baja autoimagen mejoraron en un 90%. Ella continúa con su tratamiento ya que su médico en México le dijo que, de hecho, sus riñones no estaban funcionando correctamente y que el dolor se debía a su anterior nivel alto de azúcar en la sangre. 

 

Estoy muy contenta de haber contactado al Dr. José HP. Mi madre mejoró mucho al punto que sus niveles de azúcar en la sangre se habían mantenido normales sin necesidad de inyecciones de insulina tres veces al día. Y ya no tiene el terrible dolor de los pies. Está curada. 

 

Estoy agradecida y feliz de expresar este testimonio pues mi madre es una mujer de 78 años y mejoró gracias a la intervención del Dr. José HP